Diego Guayasamín
Arquitecto ecuatoriano nacido en Quito en el año de 1976, realizó sus estudios en la Pontificia Universidad Católica de Quito, posteriormente siguió una especialización en diseño de terminales aéreas en el Lufthansa Technik de Hamburgo, Alemania. Su ejercicio profesional lo realiza desde Quito, desde donde se proyectan edificaciones residenciales, comerciales, corporativas, deportivas y de interiorismo con un alto contenido escultórico que pretenden tener una identidad propia con cualidades de atemporalidad.
Ganador de varios premios nacionales e internacionales, su obra ha sido difundida en diferentes medios y publicaciones especializadas.
En su práctica profesional podemos resaltar proyectos como la Casa Museo Guayasamin, el Edificio Suyana Torre Corporativa, la Matriz del Edificio Seguros Colonial, el diseño de interiores para la Unión Europea, Corpei, el Estadio Sociedad Deportivo Quito y el Edificio Sede de la Secretaría General de la UNASUR, edificación de relevancia continental, entre otros.
Edificio UNASUR
QUITO, ECUADOR. 2014
La Implantación de la propuesta ha sido concebida como un entorno continuo, sin barreras y abierta al espacio público transmitiendo dinamismo tridimensional (propuesta) al mencionado Complejo. De igual manera la propuesta se retranquea generando una gran plaza de acceso no solo para el proyecto, sino como un gesto de respeto y aporte al entorno inmediato.
El edificio de UNASUR, tiene una tipología horizontal que no supera la altura del mencionado monumento, se implanta en una nivel inferior e inclusive resuelve un 75% de su programa arquitectónico bajo tierra; incluidas áreas significativas. De esta manera se minimiza el impacto de un volumen con un alto requerimiento de áreas.
El proyecto de UNASUR no solo ha analizado su propuesta dentro de sus límites; se trata de una propuesta socialmente incluyente que genera espacios abiertos para la comunidad, biblioteca de consulta y espacios lúdicos.
Formalmente el nuevo edificio se presenta como un volumen en forma de U ascendente delimitado por tres ejes virtuales: El eje Norte-Sur, la proyección de la propuesta con la Ciudad Mitad del Mundo y la unión de estos ejes en 47 grados, resultado de la sumatoria o desplazamiento de declinación máxima norte (23.5 grados) y declinación máxima sur (23.5 grados) del Sol en relación al ecuador. El resto del planteamiento arquitectónico se perfila inscrito en el eje Este-Oeste.
La volumetría es una pieza masiva que por contraste se eleva y se proyecta como metáfora de libertad. El edificio ha sido diseñado con una connotación escultórica para sorprender y presentar una imagen distinta dependiendo desde donde se lo mire. El edificio está compuesto por una doble piel, la primera sólida y ciega en contraste con la segunda liviana y transparente. Los envolventes ciegos (o enterrados) son los envolventes que según el programa requerido corresponden a los espacios públicos y los envolventes translúcidos (paradójicamente) son los espacios privados; sensaciones de transparencia, peso y vértigo coexisten al mismo tiempo.
Estructuralmente se utilizaron como elementos predominantes el Metal y el Hormigón Armado. Se planteó un sólido núcleo en hormigón armado al cual se anclan dos grandes cerchas metálicas a manera de viga habitable.
El diseño de interiores propone áreas fluidas, gracias a su configuración y uso de materiales. Se usa una paleta de colores neutro y protocolar. El uso de vidrio aporta con la idea de transmitir un mensaje de transparencia social y política; espacios tranquilos, abiertos y productivos sin grandes distracciones.
El minimalismo de elementos en el área exterior resalta la edificación y la limpieza de su arquitectura, facilitando además la organización de actos públicos y protocolarios. El gran espejo de agua a manera de base acentúa y dramatiza el efecto de reflexión de un cuerpo monolítico suspendido en el aire.
En conclusión, podríamos decir que se trata de una propuesta digna, de balanceada combinación entre funcionalidad, simbiosis de aspectos conceptuales y pragmáticos en un proyecto icónico de sobria estética.
Casa Museo Guayasamín
CUMBAYÁ, ECUADOR. 2007
La selección del terreno fue un proceso largo y de mucha importancia por que se quería un espacio preferente que potencie las expectativas del proyecto, que esté ubicado en las afueras de Quito pero directamente relacionado con la ciudad y con un requerimiento de área importante.
Ya que el terreno implicaba una fuerte pendiente, el primer planteamiento fue integrar el proyecto a la topografía del terreno e implantarlo en la parte más alta y predominante para ganar altura. Como imagen la casa es una volumetría arquitectónica, protagónica, dinámica. Es la articulación de volúmenes blancos con un ritmo muy claro y definido, paredes exteriores inclinadas, elementos todos que pretenden ser una interpretación del entorno, específicamente de la Cordillera de los Andes.
Una de las decisiones del Arquitecto fue la de construir un diafragma arquitectónico exterior, que actúa como una pantalla en su sentido más literal. Es decir como una hoja en blanco que se integra a la arquitectura y la proyecta; determinando el espacio de piscina del área de circulación vehicular.
La planta principal se ha zonificado en tres grandes espacios: bloque de dormitorios, áreas sociales y suite independiente, distribuidos de manera alternada a lo largo del eje de circulación principal que inicia en el ingreso de la residencia y remata, en el otro extremo, con el ingreso a la suite. En el centro de este recorrido, se encuentra el eje de circulación vertical a través de un ascensor. Existe una área adicional recreativa, en donde se ubica una piscina sin fin con remate de cascada, área verde y terraza mirador.
Interiormente, la casa sigue el mismo planteamiento que en el exterior, la simpleza pero con una fuerte imagen. Una envolvente en color blanco para paredes y techos con una base oscura en contraste. El color de los diferentes espacios esta resaltado únicamente por obra de arte de tres tipos: Arte colonial pictórico y escultórico, arqueología precolombina y pintura contemporánea de Guayasamin. Para cada una de estas piezas se han diseñado espacios y nichos específicos como parte de la arquitectura interior.
La intención del proyectista fue siempre el hacer una propuesta diferente, pero con una fuerte identidad. Coherente con su contexto y con su estilo de diseño. Aportando de esta manera con un referente de lo que es o puede ser arquitectura ecuatoriana contemporánea.
Fachadas protagónicas en equilibrio y armonía; espacios fluidos y sencillos; luz, naturaleza y serenidad, son algunas de las cualidades que podemos atribuir a este proyecto; una casa, un hogar para recibir y compartir, para disfrutar lo cotidiano y exaltar lo humano.
El resultado, una casa museo que en si misma es una escultura arquitectónica.
QBE Seguros Colonial
QUITO, ECUADOR. 2010
Al noreste de la ciudad capital de Ecuador, Quito, sobre un terreno de aproximadamente 4000m2, en una zona de pujante desarrollo inmobiliario se levanta este nuevo icono arquitectónico.
El proyecto plantea conceptualmente como regentes, la idea de Fuerza, Seguridad e Innovación, conceptos que son coherentes con la visión y misión de la corporación; generando una propuesta constituida por la articulación de dos volúmenes principales (uno de ellos que se enfrenta directamente al volcán Pichincha) consolidando una plaza pública como aporte al embellecimiento y ornato de la ciudad.
La extensión de estos volúmenes hacia sus extremos genera sensorialmente un abrazo de bienvenida a usuarios y visitantes debido a su configuración espacial.
Los cuerpos se desarrollan con el contraste de la doble piel, una liviana de cristal que se asienta sobre piedra y una sólida de muros ciegos que se asienta sobre elementos de agua. La gran superficie acristalada se convierte en un telón urbano de fondo al reflejar la ciudad y el perfil andino con el icónico volcán Pichincha como protagonista. Los espejos de agua en las plazas generan la reflexión de los envolventes sólidos acentuando la edificación.
Al interior el programa arquitectónico desarrollado en cinco plantas altas y tres subsuelos, consta de oficinas y espacios complementarios (cafetería y salas de capacitación) en las tres primeras plantas, de gimnasio, biblioteca y sala VIP en la cuarta planta y de espacios destinados al directorio en la quinta planta.
Mobiliarios en superficies acristaladas oscuras y acentos en acero inoxidable enfatizan esta idea, en contraste con texturas y elementos decorativos cálidos. Espejos de agua, áreas verdes internas y vistas controladas complementan la propuesta. El diseño de iluminación a través de ejes definidos, que nacen de la misma arquitectura, profundizan y proyectan la forma de la planta y se atan al exterior generando en la noche una lectura distinta a la del día.
Residencia Cumbaya
CUMBAYÁ, ECUADOR. 2016
La residencia está ubicada en la Urbanización Lomas de Cumbayá, Cumbayá – Ecuador, en un lote de 2.500 m2, la Implantación de la residencia ha sido concebida como un entorno continuo, sin barreras y abierta al espacio público. De igual manera la propuesta se retranquea generando una gran superficie verde como aporte al entorno.
Como imagen la casa es una volumetría arquitectónica, protagónica y dinámica. Es la articulación de tres volúmenes blancos con un ritmo muy claro y definido. Se trata de un proyecto contemporáneo que rescata sutilmente elementos de arquitectura tradicional Ecuatoriana como son: paredes – muros portantes, gran presencia de paredes – lienzos blancos vs perforaciones para ventanas, en su gran mayoría retranqueadas para enfatizar efectos de luz y sombra, entre otros.
La casa está dividida en tres niveles: un sub-suelo donde se ubican el gimnasio, estacionamientos y bodegas con vivienda de servicio, que pueden funcionar de manera independiente. Una planta principal donde se desarrolla la mayoría de componentes del conjunto y una planta alta en donde se desarrolla un estudio privado.
La planta principal se ha zonificado en cuatro grandes espacios: en el primer extremo (más privado) el dormitorio principal, conectado a través de una galería para obras de arte hacia la sala – comedor, junto al que podemos encontrar la zona de cocina y complementos y opuesto a este, un espacio lúdico y de televisión. Anexo a la sala, se encuentra el eje de circulación vertical a través de un ascensor. Para el caso del segundo piso, el ascensor se conecta al estudio a través de un puente en cristal. El subsuelo se conecta con la planta baja a través de una gran perforación – atrio que permite el ingreso de iluminación natural a los estacionamientos y de manera específica a un estar. Esta perforación ha permitido incorporar árboles que recorren los diferentes niveles de la casa.
Al interior, la relación de vanos y llenos y el juego de las dobles alturas enriquecen los espacios y le dan un valor añadido, reflejan que el espacio no es solamente una superficie construida sino que el proyecto se comprende y se percibe en volumen.
La intención del Proyecto fue siempre hacer una propuesta diferente, con una fuerte identidad, y con un sello propio de diseño. Fachadas protagónicas en equilibrio y armonía; espacios fluidos y sencillos; luz, naturaleza y serenidad, son algunas de las cualidades que podemos atribuir a este proyecto.