Rogelio Salmona


Rogelio Salmona nació en Paris el 28 de abril de 1929, hijo de español y francesa y se trasladaron a Colombia siendo él un niño. Si bien su educación fue francófona, siempre se identificó como colombiano y creció en el barrio bogotano de Teusaquillo. Su carrera inició en Bogotá a finales de los años cincuenta, después de una década en el Taller de Le Corbusier, con quien participó en proyectos como el complejo gubernamental de Chandigarh, en la India. Simultáneamente siguió de cerca las propuestas de Pierre Francastel, al cual consideró años después como su mayor influencia: “El profesor Francastel me hizo ver la importancia sobre la relación integral que comparte la arquitectura y la sociedad, y cómo la arquitectura puede expresar aspectos poéticos y profundos de la sociedad”.
La primera de sus obras que causó impacto en el medio profesional fue el conjunto de apartamentos El Polo, proyectado conjuntamente con el arquitecto Guillermo Bermúdez Umaña en 1959, por encargo del Banco Central Hipotecario. El tratamiento urbanístico del conjunto, la volumetría de los edificios, el uso masivo del ladrillo y el tratamiento del espacio interior de las viviendas fueron insólitos en su momento y abrieron posibilidades para nuevas exploraciones arquitectónicas.



En la década del setenta, Salmona desarrolló en Bogotá una serie de proyectos de carácter exploratorio, entre los que se destacan el Colegio de Bachillerato de la Universidad Libre (1962), el conjunto de viviendas Fundación Cristiana (1963) y la sede para la Sociedad Colombiana de Arquitectos (1961-1970). Entre 1964 y 1970 proyectó la que sería su primera obra de repercusión internacional, el conjunto de apartamentos Torres El Parque.
Este conjunto, localizado en el centro de la ciudad, en un terreno contiguo al Parque de la Independencia y a la Plaza de Toros de Santamaría, fue polémico por su planteamiento formal, basado en una geometría radial, en el escalonamiento volumétrico y en el enriquecimiento mediante balcones de la textura visual de los edificios. La implantación urbana, con su gran generosidad en los espacios públicos, es hoy reconocida como uno de los principales aportes del conjunto a la ciudad.




En la casa Alba (Bogotá, 1969), Salmona inició el estudio de las posibilidades organizativas, espaciales y estéticas del patio, que habrían de influir decisivamente en la obra posterior a El Parque. La Casa Franm, en Tabio, Cundinamarca (1977), fue organizada en un esquema alrededor de dos patios interiores. La espacialidad de los patios encadenados por diagonales se expresó con toda su fuerza en el proyecto para el Centro Jorge Eliécer Gaitán (1983), aún sin concluir. En el Centro Gaitán se aprecia, además, el manejo singular de las relaciones entre volumen y espacio libre, mediante el uso de rampas y terrazas como parte esencial del edificio.
En el Museo Quimbaya en Armernia (1984), obra distinguida con el Premio Nacional de Arquitectura en 1988, se aprecia, el manejo singular de las relaciones entre volumen y espacio libre, mediante el uso de rampas y terrazas como parte esencial del edificio. La Casa de Huéspedes Ilustres en Cartagena, proyectada entre 1978 y 1982, fue reconocida como el proyecto latinoamericano más importante realizado en la década del ochenta. En esta obra se sintetizan algunos de los planteamientos precedentes, en especial el manejo de los patios y de las terrazas. A ello se añade el manejo del agua y de la vegetación como parte de la arquitectura. La construcción en gruesos muros de piedra coralina evoca la mampostería de las fortificaciones cartageneras, sin asumirlas como modelo.






Las cubiertas abovedadas y los pisos en ladrillo otorgan un carácter de especial austeridad a los recintos interiores. La Casa de Huéspedes obtuvo el Premio Nacional de Arquitectura en 1986.
La sede para la Fundación para la Educación Superior (FES) en Cali, obra proyectada conjuntamente con los arquitectos Pedro Alberto Mejía, Raúl H. Ortiz y Jaime Vélez, obtuvo el Premio Nacional de Arquitectura en 1990.
El proyecto para la sede del Archivo General de la Nación se inició en 1989 y el primero de sus dos edificios se inauguró en 1992. Esta obra marca nuevamente un giro significativo en la evolución arquitectónica de Salmona; es, al mismo tiempo, una síntesis y la apertura de nuevas posibilidades. Los dos edificios que componen el conjunto plantean opciones diferentes en el manejo del espacio, de la iluminación y de la escala. El conjunto, de extraordinaria claridad geométrica, muestra un regocijo en el detalle que contrasta con la austeridad de obras anteriores.






Fotografías: Enrique Guzmán
El Edificio de Posgrados de la Facultad de Ciencias Humanas, está situado en la Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional de Colombia. Es diseñado por Salmona en 1995 y terminado en 1999.
Todas sus dependencias están organizadas alrededor de tres patios o espacios abiertos, y de un vestíbulo central. Tiene tres pisos, a los que se accede por rampas interiores y exteriores. Espejos de agua rodean el edificio, varias atarjeas atraviesan el patio central y el patio de entrada.
En el tercer piso hay un auditorio al aire libre y una terraza jardín. En este recorrido se va descubriendo la arborización de la Ciudad Universitaria y la silueta de las montañas de Bogotá.
El edificio está construido con una estructura de hormigón visto, color ocre y ladrillo del mismo tono.





El Parque Virgilio Barco y su Biblioteca, diseñada por Salmona. constituyen un servicio social cultural y recreativo para la ciudad de Bogotá, y lo que es más importante , un enriquecimiento del espacio público concebido para el disfrute ciudadano.
Se accede a la Biblioteca por el paseo peatonal atravesando una pequeña plaza que comunica con un patio central con una fuente escalonada. Por este patio central, tomando una rampa o una escalera se llega a un primer vestíbulo que distribuye a la sala de lectura infantil del lado occidental y al gran vestíbulo, “sala de pasos perdidos”, por el oriente.
La primera visión que tiene el usuario al entrar en esta parte de la edificación es la panorámica de los cerros de Bogotá recortados por la horizontal del talud verde que rodea la Biblioteca. La sala de “ pasos perdidos” permite el acceso a todas las dependencias de la Biblioteca que se encuentran en ese piso: sala de lectura, hemeroteca, auditorio, sala de música y conforma un gran espacio de exposiciones y de información general.







En 2008, en pleno corazón de La Candelaria, más exactamente en la Calle de la Enseñanza (esquina de la calle 11 con carrera sexta), Salmona diseña el Centro Cultural Gabriel García Márquez, que ofrece al público 8.300 metros cuadrados de espacio construido para el disfrute de la cultura y, en especial, de la literatura. El edificio es un ejemplo más de su estilo, que le da prioridad a los grandes espacios libres en los cuales el ladrillo cobra protagonismo al lado del concreto, permitiendo transparencias que dejan gozar de la arquitectura circundante, de la catedral y el paisaje de los cerros. Es un regalo que México, a través del Fondo de Cultura Económica, ha querido hacer al país.



Fotografías: Enrique Guzmán
Cuando la Alianza Francesa le encarga a Rogelio Salmona el diseño de la nueva sede en el Chicó, él lo recibe como un reconocimiento a su arquitectura, labor que había desarrollado durante toda su vida con tanta pasión. Encontró con este edificio una manera más de estrechar los fuerte vínculos que siempre tuvo con la cultura francesa.
El lugar, un lote largo y estrecho, situado sobre la carrera 11, contiguo a la Embajada Francesa, que condicionaría el diseño del edificio y debería albergar un amplio programa para que la Alianza Francesa pudiera desarrollar su actividad cultural, de difusión de la lengua y la cultura francesa.



La Universidad de Caldas en Manizales, encarga a Salmona la realización de un complejo arquitectónico que integre Biblioteca, Centro de Ciencia, Conservatorio de Música. Nace así el El Centro Cultural Universitario Rogelio Salmona. Es la primera obra póstuma del arquitecto, por lo cual lleva su nombre, y es considerada la más monumental por su amplitud espacial y por la calidad de sus detalles constructivos. Constituye la principal infraestructura cultural y de conocimiento para Manizales Campus Universitario.








Rogelio Salmona es la figura más sobresaliente en el panorama arquitectónico colombiano contemporáneo y uno de los arquitectos más destacados y valorados en América Latina. Su interés por la ciudad, su activismo en la defensa del espacio público y de los valores culturales y ambientales del entorno, y su actitud polémica lo sitúan como personaje prominente en los encuentros y debates sobre arquitectura y urbanismo en América y Europa.