Mas Fernández Arquitectura
Nuestra oficina busca desarrollar proyectos que se insertan en su entorno agregando un valor real a sus propietarios y usuarios, con un lenguaje arquitectónico contemporáneo.
Desde que partimos hace 26 años hemos combinando el trabajo tradicional del estudio de arquitectura, el uso de nuevas tecnologías y las innovaciones contructivas para proyectar edificios y casas memorables.
En nuestro equipo se mezclan multiples talentos que trabajan junto a nuestros clientes en alcanzar diseños estratégicos y creativos que pongan a las personas al centro y mejoren sus entornos.
Socios
JORGE ANDRÉS MAS
JUAN CRISTOBAL FERNÁNDEZ
Casa Tierras Blancas
Tierras Blancas, Chile. 2021
Casa Origami
Zapallar, Chile. 2018
La Casa Origami es un proyecto de segunda vivienda que se emplaza en un sector de parcelacion costera de la V Región. Retirado del mar, busca en el interior de una quebrada con árboles nativos y especies introducidas, el silencio, la tranquilidad y las vistas a la cordillera de la costa. El encargo parte de un requerimiento de bajo costo sin caer en lo innesesario o propio de la ostentación, llegando como resultado a una casa de materiales prefabricados y modulares, un sistema de rápida construcción, que permite habitar el lugar en poco tiempo.
La casa se asienta en el punto medio de la pendiente y se gira con respecto al terreno para buscar el norte; su terraza se delimita por dos muros que refuerzan la planta regular y evita las vistas a los vecinos enmarcando solo el paisaje que se presenta frente a ella. Su particular cubierta surge de la idea del Origami, en base a diferentes pliegues que la separan de los muros perimetrales, todos con la misma altura, permitiendo el ingreso de la luz en las triangulaciones que se forman y entregando una mayor riqueza a la propuesta volumétrica, que le da un carácter especial a la obra construida.
Su programa interior desarrollado en 180 m2, contiene tres dormitorios secundarios más uno principal, un estar-comedor-cocina integrados, y un área de servicios que permite que la casa funcione normalmente. Los paneles SIP, tecnología constructiva con la que se desarrolló el proyecto, tienen una excelente aislación térmica para estas zonas climáticas del país. Las grandes luces se salvan con estructura metálica y toda la piel exterior, con madera de pino tratado.
Casa Triatletas
Colina, Chile. 2018
La Casa Triatletas recibe su nombre del estilo de vida de sus propietarios. Atletas de alto rendimiento, que dedican gran parte de su tiempo a la práctica del triatlón, encontraron el lugar perfecto. Ubicado en las afueras de Santiago, cuenta con fácil acceso a numerosas rutas deportivas. Al no tener límites por fronteras cercanas, la casa se extiende hacia la tierra, volviendo a la tierra y convirtiéndose en parte de ella; cada rincón permite que la brisa fresca fluya libremente y lo rodea una excelente luz y perspectiva.
Ecológica y respetuosa con el medio ambiente, se eligió la madera como material esencial para la casa. En su construcción se utilizó estructura de madera laminada de bajo consumo, revestimientos de paredes, techos, puertas y fachada. Los tratamientos contemporáneos y la moderna ingeniería técnica ayudaron a adaptar el material a cada necesidad, logrando diferentes expresiones de la madera, que se enriquece con la modularidad y simetría del diseño. La planta en forma de estrella de 3 puntas amplía el perímetro y maximiza la relación con el exterior, acentuada por la fachada regular en cada cara, donde el frente y el fondo no están claramente definidos, tejiendo así los muros con el jardín en un espacio unificado.
Cada brazo converge hacia el centro, donde una claraboya triangular organiza los espacios comunes en cada dirección. El primer brazo contiene los servicios; el segundo contiene el dormitorio principal con un pequeño espacio de oficina, y el tercero, una habitación de invitados con un pequeño gimnasio al final. El patrón ofrece una distribución clara y un uso eficiente de la planta, en una casa que se relaciona efectivamente con su entorno.
Boulevard Las Brujas
La Reina, Chile. 2012
El boulevard Las Brujas, corresponde a la obra culmen de los 10 años de nuestra oficina en cuanto a que se vuelca en ella toda nuestra experiencia en el Retail, acumulada en varios centros comerciales vecinales, tales como Pio XI, Luis Carrera, San Félix, Av. Perú y otros.
La gran cubierta, que envuelve los volúmenes que contienen los locales comerciales, ayuda a dar una fuerte impronta al edificio, dejando la publicidad a las órdenes de la arquitectura.
Las imágenes corporativas que hoy presentan los principales operadores del mercado Retail, distan mucho de lo que uno como arquitecto quisiera, esa imagen boutique que uno soñara, está lejos de esta realidad, con la cual tenemos que trabajar en nuestra arquitectura comercial.
No por eso tendremos que dejar estos diseños a manos de una mala arquitectura, gobernada por los operadores; nuestro trabajo es para los desarrolladores que buscan en estos proyectos a una rentabilidad para su negocio, pero que gracias a críticas de la población, van tomando conciencia y buscan un valor agregado, para diferenciarse de su competencia. Ahora bien, en el caso de Las Brujas, ¿Cuál es el valor agregado? Simple, recordar los primeros edificios comerciales de la era del auge económico en Chile, el Shopping Los Cobres de Vitacura, el Pueblo del Inglés, las Galerías y Caracoles de Providencia, son buenos ejemplos de cómo se brindaban servicios varios a la comunidad ansiosa del estilo internacional. A nuestra manera de ver “Paseo Las Brujas”, es un buen ejemplo de esos valores y acciones de aquellos años.
Un partido general a base de tres cuerpos, girados entre ellos, unidos por un sistema de rampas y pasillos, generando un recorrido continuo que va pasando por diferentes escenas, hacen del consumo una experiencia, que recuerda aquella frase “Del ir a ver y ser visto”, con niveles, generoso en espacios comunes y una gran cubierta que se acomoda a la pendiente del terreno y ordena la gran cantidad de información. Un edificio cuya materialidad habla de constantes entre lo tecnológico (revestimientos metálicos) y lo noble (hormigón y madera), con patios – plaza, para ubicar allí grandes árboles que proporcionan vegetación a su interior.
Los estacionamientos, principalmente en subterráneo, de fácil acceso y recorrido continuo, que facilita su uso, no le molestan a su presencia, por encontrarse, si bien por delante, siempre a desnivel.
Edificio OMBU
Santiago, Chile. 2009
En la comuna de Providencia, sobre la Av. Andres Bello, entre las calles Andres de Fuenzalida y Las Urbina, el edificio enfrenta el norte generando amplias vistas sobre el rio Mapocho, sus parques que lo bordean y el cerro San Cristobal.
Destinado a oficinas plantea una arquitectura de vanguardia, con un atractivo juego volumétrico que resulta del estudio de la normativa del lugar.
Su propuesta de materiales intenta generar contrastes entre lo noble del hormigón visto y lo tecnológico del alucobond negro.
Sus fachadas Norte y Oriente plantean un trabajo de quiebra-soles acristalados dispuestos de manera transversal a la fachada y en vertical, con serigrafías horizontales que intenta disminuir los efectos del sol. En tanto su fachada sur se trabaja a traves de una serie de perforaciones regulares y la poniente se deja opaca para evitar las altas temperaturas que esta orientación genera.
De 10 plantas de altura y 5 subterráneos el edificio plantea 3 oficinas por piso de entre 90 y 130 m2. Su nombre proviene del árbol que crece en la rivera del rio a la altura en donde se proyecta el edificio.