Fernanda Canales
Arquitecta por la Universidad Iberoamericana de México (UIA). Ha recibido reconocimientos internacionales como el premio Emerging Voices del Architectural League of New York y su estudio fue nombrado uno de los «100 mejores despachos de arquitectura» (100+ Best Architecture Firms) por la revista especializada DOMUS. En 2020 fue reconocida por el periódico The New York Times como una de las 10 figuras femeninas que están cambiando el panorama del liderazgo en el mundo.
Recibió el premio a la trayectoria profesional por la Federación de Colegios de Arquitectos de México, el premio jóvenes arquitectos en México en 2012, y es miembro del Sistema Nacional de Creadores de CONACULTA.
Su obra y sus más de 100 ensayos han sido publicados en diversos medios especializados como AA Files, Perspecta, El Croquis, The Architectural Review, Baumeister, Bawelt, Casabella, Architectural Record, Letras Libres, Praxis, Arquitectura Viva, Wallpaper, Domus, Abitare y Arquine.
Actualmente es profesora visitante en Harvard University GSD y ha sido profesora visitante en Princeton School of Architecture (otoño 2021), Yale School of Architecture (otoño 2019) y The Architectural Association en Londres.
Casa Bruma
México, 2017
Se trata de un proyecto que replantea la idea de casa y estructura distintos espacios alrededor de un gran patio. Esta solución se debe a la necesidad de respetar todos los árboles existentes del terreno y al deseo de que cada espacio reciba luz de mañana y de tarde. Esto produjo una especie de casa explotada, donde la vivienda se compone por bloques aislados que giran dependiendo de las vistas y la orientación y se acomodan para librar la vegetación existente.
Centro Cultural Elena Garro
Coyoacán, 2012
El proyecto, ubicado en Coyoacán, consiste en una adaptación de una casona existente -un inmueble catalogado, de principios del siglo XX-, para ser transformado en un Centro Cultural en la calle de Fernández Leal. La necesidad de conservar el inmueble existente condujo a la decisión de que el proyecto destacara los nuevos usos y al mismo tiempo respetara el cascarón original. De tal forma, el proyecto consiste en varios elementos que definen la intervención: una primera pieza que marca el acceso, como si fuera una especie de marco, vinculando la obra con la calle y resaltando la casona existente; una serie de jardines y patios que rodean el proyecto y se insertan dentro; y un volumen rectangular hacia el fondo del terreno, desarrollado en tres plantas, conformado por un salón de uso múltiples, bodegas, servicios y estacionamiento en planta baja. Estas piezas marcan los diferentes recorridos y consiguen unir las distintas partes del conjunto.
Vecindad Monte Albán
Ciudad de México, México, 2020
El proyecto comprende 21 apartamentos desarrollados en tres niveles, que varían de acuerdo a distintas medidas y necesidades, con 6 tipologías distintas y una serie de patios y espacios de usos múltiples. El edificio se desarrolla en dos predios que forman una “L”, unidos en su parte trasera con frentes hacia calles perpendiculares. Esta disposición con dos frentes hacia calles distintas y dos cuerpos angostos que se unen al fondo, generó un proyecto formado por distintos patios que se abren a las viviendas permitiendo tener un mejor asoleamiento, ventilación cruzada y un mayor sentido de amplitud. Los departamentos varían en dimensiones y disposición, abarcan desde 40 hasta 70m2, algunos son tipo duplex y todos cuentan con algún balcón, terraza o pequeño patio.
La obra plantea una reinterpretación del modelo de vecindad, y genera distintas alternativas para acceder a las viviendas a partir de pasillos, pequeños patios y terrazas comunes, generando una secuencia de recorridos y espacios exteriores que buscan crear un sentido de apropiación.
El diseño de techumbre dentada introduce luz natural a las viviendas del nivel superior y aporta una mayor continuidad al proyecto. El diseño de un edificio entre medianeras no se reduce al diseño de las fachadas frontales, ya que el diseño del conjunto en su lado más largo y menos visible presenta el mayor reto para abrir las viviendas en cuatro sentidos, incluso en 5, al considerar las fachadas hacia el cielo.