Diez + Müller


Somos una oficina de arquitectura que se enfoca principalmente en el diseño, planificación y promoción de proyectos. Creamos espacios que se caracterizan por su gran contenido de detalle y diseño lo cual permite que se obtenga un producto de calidad que sobrepasa las expectativas de nuestros clientes.
Un análisis previo lleva a entender cada proyecto de una manera individual, donde la relación con su contexto, ubicación, programa y la necesidad del cliente se refleja en le arquitectura exterior e interior del mismo. Le damos mucha importancia el resultado final de cada proyecto sin importar su escala o tamaño, pensando siempre en la satisfacción del cliente así como su impacto arquitectónico y urbano en la ciudad.
SOCIOS
Gonzalo Diez Ponce – Felipe Müller Borrero

Casa Cangahua
Quito, Ecuador. 2020
El objeto arquitectónico insinúa su presencia desde la calle. Se acomoda al sitio, busca el orden natural, como si perteneciera a él. Evita el destaque y busca el silencio.
La arquitectura debe ser un paseo. Para descubrirla, hay que recorrerla. En este recorrido se va develando la casa. El usuario se interesa en conocerla, nada es evidente.
Tras un ascenso de aproximadamente 10 m de altura, la casa en planta baja se asienta y encaja en la parte media del terreno. Los muros de hormigón contienen el corte en la tierra, liberando y abriendo espacios puntuales que se convierten en patios y jardines internos. Estos, además de enriquecer las circulaciones y espacios cotidianos, generan ventilación e iluminación a lo largo del día.






En la planta alta, la vivienda se nivela con una cota superior del terreno, generando una conexión y aprovechamiento entre el área de dormitorios y el terreno posterior. El volumen dispuesto en barra y materializado en ladrillo, se esculpe para relacionarse con la cordillera. Esta morfología lograda, genera un juego en cubiertas que jerarquiza, ordena y define los espacios. En la articulación de los planos inclinados, se generan aperturas que captan y dotan de iluminación natural al corredor con la suave luz de la mañana.
La fachada poniente, se cierra al intenso sol de la tarde. Mediante pequeñas perforaciones, se genera una celosía por la que penetran los rayos de sol y se genera una luz tamizada que baña el interior. Logrando también una referencia de tiempo y espacio.
Área: 515 m²
Fotografías: JAG Studio
Edificio Natura
Tumbaco, Ecuador. 2019
El Valle de Tumbaco: El valle de Tumbaco se ha convertido en una zona apetecida y de alto desarrollo residencial, logrando en los últimos años, un crecimiento poblacional importante. La gran mayoría de personas que habitan el valle, trabajan en la ciudad, Como resultado de esto: largos desplazamientos, congestión vehicular, contaminación y un desarrollo que se extiende, carente de servicios y equipamiento. El proyecto nace del interés de un grupo de personas de atacar esta problemática. Es así, que se plantea un edificio de usos mixtos (oficinas y vivienda) que promueva ciertos conceptos: trabajar cerca de casa, trabajar y vivir en contacto con la naturaleza, generar y consolidar ciudad.







El lugar: El terreno cuenta con un patrimonio natural importante: ceibos, jacarandás, acacias, algarrobos, aguacates de varias décadas de existencia. El entorno inmediato del terreno se destaca por ser un lugar tranquilo y en proceso de consolidación. Natura, busca insertarse en este contexto de manera silenciosa, evitando el destaque e intentando acoplarse de manera sutil. La masa edificada deja libre un gran espacio interior (atrio) el cual se convierte en el corazón del proyecto de oficinas. El terreno tiene una pendiente negativa en sentido longitudinal. El edificio se adapta en sección a los niveles naturales del terreno, de tal manera de poder conservar las especies vegetales intactas, así como, logrando una sucesión de espacios a diferentes niveles que contribuyen a la experiencia de recorridos y circulaciones del edificio.
Permeabilidad: A diario vemos con preocupación una ciudad, donde los edificios se amurallan hacia la calle, donde los usuarios no se relacionan porque se desplazan de su carro a la puerta de su vivienda/oficina. Ante esta realidad, se plantea un edificio el cual te invita a pasar, te incita a descubrirlo. La escalinata y una “banda” horizontal en fachada, insinúan el acceso. Una vez que se pasa este espacio comprimido de un piso de altura, se ingresa al proyecto mediante un atrio de gran escala. Este atrio se convierte en un espacio conector. Un espacio generador de encuentros entre usuarios. Mediante circulaciones horizontales y verticales de distinto tipo, motiva al usuario a moverse y a relacionarse con otras personas. Además, el edificio logra establecer conexiones entre lo privado y lo público. Entre el entorno exterior con el espacio interior, con el fin de otorgar conectividad física, visual, sonora y sensorial. Arquitectura y sociedad. Conscientes del impacto que genera la arquitectura en las personas, hemos planificado un edificio que genere espacios versátiles que puedan ser utilizados también por la comunidad como lugares de exposición, salud, cultura y arte.
Área: 6841 m²
Fotografías: JAG Studio
Casa Cubo
Quito, Ecuador. 2015
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La casa CUBO es un apéndice a una casa existente en una urbanización campestre en el valle de Cumbayá en Quito. El cliente requería una ampliación a su casa original para albergar un dormitorio, sus servicios, y un área social pequeña. La idea siempre fue que esta sea un elemento separado de la construcción original y no una extensión de la casa.
Tanto el tipo, como la simplicidad del programa nos llevaron a pensar en el proyecto como un objeto simple y prismático que refleje la tipología del mismo. En esencia, es crear un elemento neutro que no necesariamente tenga que dialogar con el diseño de la casa existente pero que tampoco compita con la misma.






Esta simplicidad de forma trata también de ser coherente con un programa básico y elemental para una vivienda pequeña.
Así, la solución arquitectónica al problema es un Cubo de dimensiones exactas (x, y, z), y de una abstracción casi monolítica. Esta abstracción es traducida también a la construcción del proyecto que pretende reflejar la simplicidad mediante cuatro materiales que componen la totalidad del ensamblaje: Metal, hormigón, madera y vidrio.
El Cubo está compuesto de un “esqueleto” metálico envuelto por cuatro lados o tapas de hormigón visto que se palpan tanto en el exterior como en el interior del espacio. El esqueleto o estructura metálica se expresa en el interior de la casa con todos los elementos vistos, y así como las superficies verticales son de hormigón gris, todas las superficies horizontales tanto en cielos rasos como en pisos son de madera.
Finalmente, la privacidad requerida por el programa, hace del cubo un elemento casi sólido y poco permeable. Las aperturas o vanos de ventanas y puertas están modulados y proporcionados a la racionalidad del CUBO.
Área: 95 m²
Fotografías: Sebastián Crespo